Ella se muere por tocarle decirle todo a la cara pero la vergüenza puede, no duerme por las noches, le manda mensajes, se queda en vela toda la noche esperándole y no contesta. Que le pasará que no responde. Parece que él se comporta como un boomerang: veces va aveces se queda y la hace sentir la más desdichada y afortunada. Siente como si lo estuviera tocando y abrazando, lo siente pero no lo ve por ningún lado. La hace estar feliz eso no cabe duda, soñando con sus palabras, con su voz, con él. Ya las nubes se han apartado y ve la claridad del ambiente.
Él que no tiene más en quien apoyarse, que ha encontrado su persona ideal ya que sabe como se siente en cada momento, nunca había conectado tan bien con otra persona y no la quiere dejar escapar. Hace todo lo que puede por verla pero nunca le sale bien. Éste la espía a escondidas y espera ansioso el día en el que podrá saludarla.
No quieren decirlo pero saben que son más que amigos como un círculo vicioso en el que nadie pone fin. Entonces aquel día lluvioso nunca pudo ser tan maravilloso cuando el chico le dijo te quiero ya sabían que tenían todo hecho. Ella lo sabía desde un principio entonces le cogió la mano pero no quiso hacer más. Palabras preciosas escucharon pero no quisieron llegar a más. Ya cada uno decide cuál será el final de su historia.
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